El 10 de julio del 2012 perdió a los 48 años la
vida José Serafín Zapatero González, sentado en una banca enfrente de un Casino
en Cuernavaca, donde él trabajaba. Murió en una ráfaga de balas de cuerno de
chivo, que se alcanzaron a oír a kilómetros de distancia. Una víctima más de la
violencia cotidiana que se vive en el país y en especial en ésta ciudad.
Por un lado era fácil de imaginar, que después
de esta atrocidad nadie quisiera sentarse ya en la banca. Por el
otro lado despertó en mi mente nuevamente un viejo deseo: ¡una banca enfrente
de mi casa como el símbolo idóneo de bienvenida! Por medio de un trueque
conseguí la banca del casino después de varios meses de negociación.
Va banque. Dentro de una supuesta responsabilidad cívica
de artista tuve la idea de instalar la banca enfrente de mi casa justo el 10 de
julio del 2013, primer aniversario de la mortal balacera, como signo contra el
olvido y la muerte y a la vez como una muestra de apertura, buena convivencia y
recibimiento entre vecinos. De esta
manera sería un símbolo de recuperación del espacio público, una exhortación
para vivir el vecindario sin miedo. También podría verse como una invitación a
seguir este ejemplo, poblando las calles abandonadas nuevamente al poner más y
más gente bancas enfrente de sus casas.
Salvar un alma. Nació una segunda
idea. Aunque fuera solamente un
mueble para sentarse, ésta banca ya era algo, que normalmente solo pueden ser
las obras de arte: un objeto del cual uno puede aprender la mirada poética para
no olvidar que uno mismo puede ser el mundo.
El impacto de la banca como objeto de mera contemplación sería
probablemente mucho más fuerte y propio de su naturaleza.
Al pensar en ambas versiones paralelamente pude resolver el conflicto
inherente que sentí sobre la naturaleza y el proceso mismo de crear. Al fin y
al cabo era sobre todo mi impulso de artista que había movido las cosas y no
tanto él de un luchador social.
Aunque las dos ideas me sugerían dos desenlaces
diferentes y aunque ambas eran igualmente loables para el destino de ‘La
Banca’, en pos de una mayor trascendencia opté por la segunda posibilidad. Para
eso, la banca necesitaba una mínima intervención. Siendo solamente una mitad
intervenida y la otra mitad un Ready-made,
ella se convirtió en dos bancas y tal expansión en un ejemplo de génesis.
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