miércoles, 3 de noviembre de 2021

Time without Time

 


 Time without Time
60 x 60 cm 
Holger Roick 
2021

‘Time without Time’

La observación de un patrón repetido provoca que el científico busque la causa del fenómeno. Los anillos alternos de fibras de madera clara y oscura en la sección transversal de un tronco reflejan la experiencia de su crecimiento anual. Estos anillos también muestran los efectos cíclicos del clima durante la vida del árbol. En tal caso, la propia naturaleza proporciona una imagen significativa que se puede descifrar.

El pez quedó atrapado en un repentino y masivo trastorno geológico en algún momento durante la era del Eoceno 65.000.000 - 37.000.000 a.C., un período de violentas interrupciones en los océanos y el surgimiento del continente europeo.

Estos llamados fenómenos auto-ilustrativos dejan muchos rastros que permiten a los científicos descubrir cómo funcionan y cómo interactúan con otras fuerzas.

Los anillos en la sección transversal de un árbol existen desde que hay árboles. Que a menudo los llamemos 'anillos anuales' no es del todo incorrecto, pero obviamente existían mucho antes del término 'año'. Los números en el sentido de acumulaciones, filas y cantidades siempre han existido, aunque todavía no tenían nombre. Todavía estaban completamente ocultos antes de que finalmente fueran descubiertos por los humanos y luego "utilizables" para contar.

A medida que uno comprende el concepto de los fenómenos auto-ilustrativos, se vuelve casi físicamente perceptible cómo desaparece el elemento negativo del concepto de tiempo. La gráfica ‘Time without Time’ representa la filosofía. Habría sido obvio tematizar el fenómeno del tiempo a través del filósofo Martin Heidegger y centrarse en su obra principal 'Ser y tiempo'. Y, por supuesto, también está incluido en la imagen, pero elegí un tratado mucho más pequeño, pero no menos impresionante, como base para mis reflexiones sobre este problema filosófico. En unas pocas páginas, el escritor y filósofo Ernst Jünger nos muestra en su ensayo 'Números y dioses' de diversas maneras que somos nosotros mismos en los que el sol sale y se pone, ya sea en ochenta o en ocho mil millones de años, porque fuera del tiempo el individuo repite no sólo el árbol genealógico de la vida orgánica, sino el del universo en general. “El universo permanecería intacto, e incluso la humanidad no sufriría ninguna pérdida si el mundo no fuera calculado y contado”, dice Jünger, y continúa: “La capacidad de desarmar cosas y volver a unirlas artificialmente se refina con el avance de la ciencia. El mundo se está reconstruyendo, pero al hacerlo pierde su luminosidad para la concepción. Un ejemplo es nuestra idea sobre el origen de las especies, que se puede considerar cerrada. Hoy sabemos más que los antiguos y vemos menos que ellos, que las han reconocido en su divinidad”.

Los filósofos están igualmente cercanos a la ciencia y a la poesía. Con 'Heart of Darkness', Joseph Conrad ha puesto en la literatura un monumento al comienzo de todos los tiempos y al deseo de volver al paraíso que lo precedió. “No podíamos entender nada porque estábamos muy por delante y no podíamos recordar nada porque viajábamos en la noche de las edades más tempranas. La tierra parecía sobrenatural. Estamos acostumbrados a mirar la forma atada de un monstruo conquistado; pero aquí, aquí uno miraba algo colosal y en libertad.”

„Sí, era repugnante, pero despertaba la vaga sospecha de que había un significado en él que uno aún podía captar por sí mismo, aunque uno estaba tan alejado de la noche de la edad más temprana. ¿Por qué no? El espíritu humano es capaz de todo, porque todo está en él, tanto el pasado como el futuro. Una verdad que había sido despojada de su manto de tiempo.“

Nadie pudo haber capturado este momento prehistórico más bellamente que Henri Rousseau, de quien admiro sumamente sus escenas selváticas, que desde niño me fascinaron, me mostraron el camino al arte y aún me inspiran hoy.

Como un río, la imagen nos empuja cada vez más hacia el pasado, hacia el origen, allí donde el principio y el final describen el mismo punto, donde la expansión y el estancamiento absolutos son lo mismo, donde engendrar y morir no significan una contradicción. Aquí es exactamente en donde está el futuro, el punto - que los dioses habrían llamado momento -, en que todas las posibilidades están abiertas. Y sólo a regañadientes nos liberamos de esta peligrosa perfección a la que somos adictos, matamos, esclavizamos y comercializamos para volver a nuestro presente deficiente y sangriento, que solamente hace la vida continua posible.


Contacto: mexylo@yahoo.com.mx

 



 Time without Time
 60 x 60 cm 
Holger Roick 
2021



‘Time without Time’

Die Beobachtung eines sich wiederholenden Musters provoziert den Wissenschaftler, nach der Ursache des Phänomens zu suchen. Die alternierenden Ringe aus hellen und dunklen Holzfasern im Querschnitt eines Baumstammes spiegeln beispielsweise die Erfahrung seines jährlichen Wachstums wider. Diese Ringe zeigen auch die zyklischen Auswirkungen  des Klimas während der Lebensdauer des Baumes. In einem solchen Fall liefert die Natur selbst ein aussagekräftiges Bild, das von uns entziffert werden kann.

Ebenso verhält es sich mit der Versteinerung des Fisches, der aus einer plötzlichen, massiven geologischen Umwälzung irgendwann im Eozän (65.000.000 – 37.000.000 v.Chr.) stammt, eine Zeit gewaltsamer Verwerfungen in den Ozeanen und der Entstehung des europäischen Kontinents. 

Diese sogenannten sich selbst illustrierenden Phänomene hinterlassen viele Spuren, die es Wissenschaftlern ermöglichen zu entdecken, wie diese funktionieren und mit anderen Kräften interagieren.

Die Ringe im Querschnitt eines Baumes gibt es seit es Bäume gibt. Das wir sie oftmals ‚Jahresringe‘ nennen ist nicht ganz falsch, doch existierten sie natürlich lange bevor es den Begriff ´Jahr´ gab. Zahlen im Sinne von Anhäufungen, Reihungen und Mengen gab es schon immer, auch wenn diese noch keinen Namen hatten. Sie lagen noch ganz im Verborgenen bevor sie schliesslich vom Menschen entdeckt und dann von ihm zum zählen ´nutzbar´ gemacht wurden.

In demselben Masse, wie jemand das Konzept der sich selbst illustrierenden Phänomene begreift, wird geradezu körperlich spürbar, wie das negative Element des Zeitbegriffs dahinschwindet. Die vorliegende Grafik ‚Time without Time‘ repräsentiert die Philosophie. Es hätte nahe gelegen das Zeitphänomen durch den Philosophen Martin Heidegger zu thematisieren und sein Hauptwerk ‚Sein und Zeit‘ in den Mittelpunkt zu stellen. Und natürlich ist es in dem Bild auch enthalten, doch wählte ich als Grundstock meiner Überlegungen zur Philosophie eine sehr kleine, aber nicht weniger eindrucksvolle Abhandlung. Auf wenigen Seiten zeigt uns der Schriftsteller und Philosoph Ernst Jünger in seinem Essay ‚Zahlen und Götter‘ in mannigfaltigen Bezügen, dass wir selbst es sind, in denen die Sonne auf- und untergeht - ob in achtzig oder in acht Milliarden Jahren spielt dabei keine Rolle, denn ausserhalb der Zeit wiederholt der Einzelne nicht nur den Stammbaum des organischen Lebens, sondern den des Universums überhaupt. „Das Universum bliebe unberührt, und selbst die Humanität erlitte keine Einbusse, wenn auf der Welt nicht gerechnet und gezählt würde“, sagt Jünger und führt weiter aus: „Die Fähigkeit, Bestände auseinanderzunehmen und künstlich wieder zusammenzufügen, verfeinert sich mit dem Fortschritt der Wissenschaft. Die Welt wird rekonstruiert. Dabei büsst sie für die Anschauung an Leuchtkraft ein. Ein Beispiel bietet unsere Vorstellung von der Entstehung der Arten, die als abgeschlossen gelten kann. Wir wissen heute mehr als die Alten und sehen weniger als sie, die sie in ihrer Göttlichkeit erkannt haben.“

Philosophen stehen der Wissenschaft und der Dichtung vergleichbar nahe. Mit ‚Herz der Finsternis‘ hat Joseph Conrad dem Urbeginn aller Zeiten und dem Wunsch, in das davorliegende Paradies zurückzukehren, gleichsam ein Denkmal gesetzt. „Wir konnten nichts verstehen, weil wir zu weit voraus waren, und wir vermochten uns an nichts zu entsinnen, weil wir in der Nacht frühester Zeitalter reisten. Die Erde schien unirdisch. Wir sind es gewohnt, auf die gefesselte Gestalt eines besiegten Ungeheures zu blicken; doch hier – hier blickte man auf ein Ding, das ungeheuer und in Freiheit war.“

...

„Ja, es war recht hässlich, doch rief es den undeutlichen Verdacht wach, es gebe hierin einen Sinn, den man selbst – der man doch so weit abgerückt war von der Nacht des frühesten Zeitalters – noch eben zu erfassen vermöchte. Warum auch nicht. Des Menschen Geist ist zu allem fähig – weil alles in ihm ist, die ganze Vergangenheit wie auch die ganze Zukunft. Eine Wahrheit, die ihres Zeitenmantels entblösst war.“

Niemand hat diesen ursprünglichen Moment schöner bannen können als Henri Rousseau, dem ich dankbar bin für seine Urwaldbilder, die mich schon als Kind faszinierten, mir den Weg zur Kunst gewiesen haben und die mich bis heute inspirieren.

Wie ein Fluss zieht uns das Bild immer weiter vorwärts zur Vergangenheit, hin zum Ursprung, dort wo Anfang und Ende denselben Punkt beschreiben, wo absolute Ausdehnung und absoluter Stillstand dasselbe sind, dort, wo Zeugung und Tod keinen Widerspruch bedeuten. Hier genau liegt die Zukunft, der Punkt - die Götter hätten es Moment genannt - an dem alle Möglichkeiten offen stehen. Und nur widerwillig befreien wir uns von dieser gefährlichen Vollendung, nach der wir süchtig sind, wir töten, versklaven und vermarkten, um zurück in unsere unzulängliche und blutige Gegenwart zu gelangen, die allein nur kontinuierliches Leben möglich macht.


Kontakt: mexylo@yahoo.com.mx