#9 Dear Leonardo! (número
21 en la serie de Fibonacci)
«Estimado Leonardo, para
mí eres la encarnación de las ciencias de la ingeniería. Te escribo para
contarte de un delicado y fundamental cambio en la ingeniería en nuestro
tiempo.» Con la obra Dear Leonardo! concluyo
mi serie Mística, Arte y Ciencia, compuesta por nueve piezas, cada una dedicada
a una disciplina científica distinta. Comencé en 2021 con la astrología y luego
seguí mi intuición. Desde el inicio supe que terminaría con las ciencias de la
ingeniería: no solo aplican conocimientos científicos, sino que a menudo los
preceden. Quería que esta última obra estuviera dedicada a ti, uno de los más
grandes sabios universales y visionario del arte y la ciencia.
Para este acto final
quise utilizar la herramienta más poderosa de los ingenieros actuales: la
inteligencia artificial.
«Leonardo, yo tenía la
ingenua esperanza de lograr –como tú en tu tiempo– un hito en el arte visual.»
Pero en 2025, la IA ya no representa innovación en la creación artística. Por
eso decidí realizar la obra como siempre lo había hecho hasta ahora. La
conexión contigo establecí a través de tu dibujo "L'Uomo Vitruviano".
El ser humano como medida de todas las cosas, como espejo del universo – en mi
obra flota en el agua, sus proporciones se disuelven, la simbología cósmica se
desvanece: el círculo (lo divino) y el cuadrado (lo terrenal) ya han
desaparecido por completo.
«¿Leonardo, te
preguntarás por qué 21 figuras extrañas forman una pirámide?»
El número 21 – producto de 3 (estabilidad) y 7 (perfección espiritual) –
simboliza plenitud, totalidad y desarrollo creativo como un ciclo que se
completa y crea espacio para algo nuevo. Constituye la base para la pirámide,
que aparece como símbolo de la ingeniería humana.
«¿Y qué significan esas
figuras?»
Una forma ambigua recorre toda la serie – ¿una flor, un árbol, un ángel o el
alma? La IA las interpreta como manos; en esta imagen en específico las ve como
seres coralinos. Transparentes y vulnerables, se agrupan como acróbatas en una
pirámide: un intento de crear algo grandioso pese a su fragilidad, antes de que
las nuevas tecnologías vuelvan obsoleta toda obra humana.
«Como puedes ver, querido
Leonardo, la pirámide aún se sostiene en tierra firme, pero ojo, está
construida sobre arena.»
Amenazada por el mar, puede desaparecer en cualquier momento. La playa,
frontera entre tierra (estructura) y mar (inconsciente), es un lugar de
transformación. El ser humano se encuentra entre el mundo y el espíritu, entre
el caos y el orden. Las figuras transparentes evocan la permeabilidad mental –
la búsqueda de claridad y verdad interior. Son personas sencillas, pero con
conocimientos técnicos que han creado una maravilla con un aire barroco: llena
de contrastes, profundidad espiritual y belleza efímera. Luz y sombra,
teatralidad e ilusión se funden en una obra total que conmueve – y que pronto
será arrasada por el progreso.
«El ser humano mismo lo
ha querido así mi estimado Leonardo, lo nuevo ya se insinúa: sin adornos,
perfecto y veloz.»
Quise explicarte esta nueva tecnología: el algoritmo de IA es un procedimiento
matemático que aprende de datos, reconoce patrones y toma decisiones – autónoma
y eficientemente. Pero esta evolución amenaza nuestra visión del mundo, forjada
desde el Renacimiento. Tu perspectiva integral – arte, ciencia, técnica y
filosofía como unidad – se ve reemplazada por una visión fragmentada y basada
en datos. Donde antes reinaban el conocimiento, la belleza y la armonía, hoy
dominan la eficiencia y el control. El Renacimiento medieval se convierte en un
nuevo Barroco: la IA automatiza el asombro, genera arte y filosofía, pero sin
conciencia del significado.
«Por eso, querido
Leonardo, te escribo sobre mi desgana, mi duda y mi miedo de seguir creando.»
¿Hay esperanza? Sí, tal vez, si no permitimos que el suelo nos sea arrancado de
debajo de los pies tan fácilmente como lo muestra la imagen. Tal vez, si
entendemos la IA no como sustituto, sino como extensión del pensamiento humano.
Si no te olvidamos Leonardo da Vinci, sino que aprendemos a reinterpretarte. La
IA puede – como tus dibujos – revelar conexiones complejas y tender puentes
interdisciplinarios. Pero su existencia nos obliga a repensar la humanidad, la
creatividad y la responsabilidad – como lo hizo el Renacimiento.
Fibonacci Stained Glass Project
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